Thursday, Dec 02, 2021
Acciones de Supervisión en Respuesta al Cambio Climático en América Latina
En este Podcast del Toronto Centre, Carolina Flores, Coordinadora del Grupo de Trabajo de Cambio Climático de la Comisión del Mercado Financiero de Chile (CMF), y Juan P. Arango, Director de Programa del Toronto Centre, conversan y discuten sobre las acciones que el supervisor chileno ha puesto en marcha para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que presenta el cambio climático.
Speakers:
Carolina Flores Tapia - Coordinadora del Grupo de Trabajo de Cambio Climático de la Comisión del Mercado Financiero de Chile (CMF)
Juan Pablo Arango - Director De Programa, Toronto Centre
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Presentador: Estás escuchando un podcast de Toronto Centre, bienvenido. El objetivo de Toronto Centre Podcast es difundir el conocimiento y la experiencia acumulada de líderes, expertos y especialistas de renombre mundial en supervisión y regulación financiera, en cada episodio profundizaremos en una de las problemáticas más urgentes de hoy con relación a la supervisión y regulación financiera: crisis financieras, cambio climático, inclusión financiera, Fintech y mucho más. ¡Disfruta este episodio!
Juan Pablo: Bienvenidos a este podcast sobre los desafíos para la supervivencia del cambio climático. Este es un espacio que hemos creado para la difusión de las prácticas y de los avances que los supervisores de América Latina han venido haciendo en esos temas de cambio climático que [dotaran 01:08] apremiantes para nuestra [feria01:09]. Es un espacio en el que queremos compartir y difundir las diferentes experiencias para que todos podamos aprender de lo que están haciendo nuestros colegas en todas las jurisdicciones. En esta oportunidad tenemos con nosotros a Mariana Escobar. Mariana Escobar es la jefa de Finanzas Sostenibles de la Superintendencia Financiera de Colombia y va a compartir con nosotros los avances que, en esta materia, cambio climático, han venido ocurriendo en la jurisdicción.
Mariana, muchísimas gracias por aceptar nuestra invitación. Es un placer tenerte con nosotros.
Mariana: Gracias, Juan Pablo y gracias al Toronto Centre por esta invitación, para nosotros va a ser un placer contar cuál ha sido esa ruta para implementar e integrar en nuestro día a día la gestión y supervisión de riesgos climáticos.
Juan Pablo: Muy bien, entonces empecemos Mariana. Quisiera primero que todo, que nos contaras cuál ha sido este viaje, que ha venido incorporando los temas de cambio climático en la conversación en el sistema financiero colombiano y en las demás agencias regulatorias. Cuéntanos un poco cómo ha sido este proceso desde la perspectiva de la Superintendencia Financiera de Colombia.
Mariana: Claro que sí, Juan Pablo La Superintendencia empezó a incluir o empezó a estudiar esos temas en el 2018, cuando decidió incluir en su planeación estratégica, no tanto planeación de supervisión, sino en su planeación estratégica, algo que en su momento se denominó "finanzas verdes", qué hacer con las finanzas verdes. Esa decisión estuvo un poco impulsada por el crecimiento que veníamos evidenciando de las [emisiones03:03] temáticas, especialmente Bonos Verdes, que lo veíamos como una oportunidad para profundizar el mercado de capitales, para atraer o diversificar la base de inversionistas locales y pues claramente contribuir a esas metas ambientales que tiene el país. En ese sentido, nos pusimos la tarea de entender.
El primer paso fue entender sobre qué estábamos trabajando, entonces el primer paso fue hacer entrevistas no estructuradas con nuestros vigilados, entender en qué estaban, como veían los temas y ahí pues parte del avance que existía en Colombia era una iniciativa voluntaria que se llamaba el Protocolo Web. Es una iniciativa que liberaron los bancos en Colombia, donde se comprometían a gestionar los riesgos ambientales, diseñar productos, mejorar o reducir la huella de sus operaciones administrativas y claramente divulgar todos los avances y las políticas y los procesos que estaban desarrollando desde la industria. Entonces ahí pues aprovechamos esa plataforma para entender y conocer en que estaban los bancos.
Lo segundo fue ya entender en que estaban nuestros pares, y aprovechamos y nos unimos a diferentes redes internacionales (nuestros pares supervisores me refiero) y ahí nos unimos al Sustainable Bank Network de la IFC y [04:18], siendo la segunda autoridad en la región en unirse a esta importante red que hoy está, de alguna manera, liderando la supervisión de los riesgos climáticos o por lo menos aproximaciones para supervisar los riesgos climáticos.
Y finalmente decidimos lanzar una encuesta. Eso de alguna manera cerraba este primer paso que era el conocer. Esta encuesta estuvo estructurada alrededor de cuatro secciones: la gobernanza, los riesgos, las oportunidades y la medición. Y ahí quisimos entender, no solamente con los bancos, sino con todas las diferentes instituciones que supervisamos, el estado de saber un poquito cuál era su aproximación o como era la forma en la que ellos estaban incluyendo esto en su estructura de gobierno, como se vería esto reflejado en sus sistemas de gestión de riesgos, ahí identificamos muchísimo la implementación, por ejemplo, de sistemas de administración de riesgos sociales ambientales o SARAS. También decidimos entender cuáles eran las barreras para abordar las oportunidades, porque el cambio climático no solamente presenta riesgo, sino también oportunidades. Y finalmente, entender cómo se estaban midiendo o si se estaba midiendo o no. Y yo creería que esta encuesta fue ese primer paso o ese primer mensaje directo al mercado de que la Superintendencia iba a empezar a hablar de estos temas.
Juan Pablo: Perfecto, perfecto. En mi poco conocimiento, yo he venido siguiendo el desarrollo de estos temas en varias jurisdicciones y vi con mucho interés el tema de las encuestas. Me parece muy interesante la aproximación de primero conocer qué está pasando con todas las industrias que ustedes supervisan. ¿Cuáles fueron los puntos más importantes que se encontraron en los resultados de las encuestas?
Mariana: Voy a destacar tres importantes hallazgos. El primero, es que había mucha diferencia entre las diferentes industrias, mucha heterogeneidad. La banca iba mucho más avanzada que el resto de las industrias. Ahí, particularmente vimos una diferencia con las administradoras de fondos de pensiones, que en Colombia son el inversionista institucional más importante. Y nos llamaba la atención porque en el mundo, de alguna manera, las discusiones ya no se estaban centrado tanto en la banca, si no justamente los inversionistas institucionales, y veíamos un rezago frente a lo que estaba pasando afuera, pero también una diferencia y un rezago importante frente a lo que ya estaban haciendo los bancos a nivel local. Entonces ese fue un primer hallazgo que nos llamó mucho la atención.
Lo segundo, y aquí voy a hacer algo honesta cruda, la lentitud con la que avanzó el Protocolo Verde también, siendo una de las iniciativas, digamos, más relevantes para para el mercado local, teniendo el reconocimiento de ser el segundo país con unas actividades de este estilo después de Brasil, pero que no estaban actualizados en las discusiones. Ellos estaban muy todavía centrados en seguir hablando de los sistemas de administración de riesgos, muy alineados a los principios del Ecuador, pero no estaban al día frente a la gestión de riesgos de físicos, riesgos de transición y un poco el cambio del enfoque a gestionar estos riesgos de manera, digamos, transaccional, localizada, estática en el tiempo a algo mucho más estratégico, diría yo. Ese fue el segundo hallazgo en la encuesta.
Y, por último, el tema de las oportunidades. Nos llamó mucho la atención que una de la principal barrera que ellos encontraban, las entidades para aprovechar los o las oportunidades derivadas de una transición baja en carbono de una economía, la transición de una economía baja en carbono, era la ausencia de un sistema de clasificación o lenguaje común para entender qué era verde y qué era no. Ahí ya lo empezábamos a [07:56] esas discusiones que estaban existiendo a nivel global frente a la taxonomía, pero nos sorprendió muchísimo que acá la estuvieran demandando el mismo mercado.
Entonces ahí para mí esas fueron los tres aprendizajes y de alguna manera señales importantes de sobre como deberíamos empezar a trabajar en la Superintendencia.
Juan Pablo: Ok, muy bien. Entonces, digamos, a partir de esos resultados, de las encuestas realizadas con las diferentes industrias supervisadas, ustedes han ido avanzando en profundizar el tema regulatorio y han introducido temas adicionales que a mi juicio son de la mayor importancia. Por ejemplo, recientemente, y está en comentario todavía en Colombia, hay una propuesta técnica intergubernamental sobre taxonomía de sectores. ¿Por qué no nos cuentas un poco sobre eso? Cómo fue el proceso, qué instituciones se involucraron, cuál fue el papel del supervisor en ese tipo de iniciativas, de esta iniciativa particular de la taxonomía y cuál es el propósito que persigue la inclusión de esta taxonomía.
Mariana: Claro que sí. Yo creería que para nadie es ajeno, que la taxonomía está siendo central en las discusiones, digamos, de los diferentes mercados financieros, viéndolo como un instrumento no solamente de transparencia, sino también, y especialmente mercados emergentes, como una herramienta que va a permitir a los actores identificar cuáles son las oportunidades. Entonces, en ese sentido, desde la Superintendencia se tomó la decisión de promover el desarrollo de una taxonomía para Colombia.
Cuando un país emergente se enfrenta al desarrollo de la taxonomía, la primera decisión que tiene que tomar es en relación al camino que va a recorrer, digamos. La primera es, adoptar una que ya existe y asumir que lo que están definiendo en otros países como "verde", también aplica a tu país; la segunda es ajustar, que es la decisión que tomó Colombia; y la tercera es desarrollar de cero y es "yo voy a hacer mi propia aproximación". En el caso colombiano, de nuevo decidimos irnos por la segunda opción, decidimos adoptar y trabajar sobre lo que ya estaba, y para ello sabíamos que teníamos un [10:30] ejercicio que debía tener el compromiso del respaldo de otras autoridades del gobierno, como decir el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Hacienda, el Departamento Nacional de Planeación, el Departamento Nacional de Estadística, que son al fin y al cabo, los que terminaron, junto con la Superintendencia, conformando lo que nosotros llamamos, una "mesa de taxonomía", que su responsabilidad iba a ser supervisar la ejecución del proyecto de construcción y eventualmente, de alguna manera, gestionar esa institucionalidad que se requiere para actualizar, mejorar, adaptar la taxonomía a medida que van cambiando las prioridades, las tecnologías, las políticas públicas y todo lo demás. Entonces, en ese sentido, la Superintendencia decide promover en esa mesa la construcción de una taxonomía y asume la responsabilidad de, junto con el apoyo del Grupo Banco Mundial, trabajar y priorizar actividades y activos en siete sectores relevantes para la economía, en relación de las emisiones, pero también en relación a la actividad económica y lo que aportaba al desarrollo del país. Entonces la Superintendencia se encargó, con el apoyo del Banco Mundial, en desarrollar esa taxonomía, [11:38] construirla, y el rol principal de nosotros o la razón por la que decidimos aceptar ese reto, liderar ese reto, es porque si considerábamos que era muy importante la traducción. Es decir, esto le tenía que servir a los mercados financieros, si eso saldría de la mano o en ausencia de una autoridad financiera, la probabilidad que siguiera hablando en temas técnicos o bajo conceptos técnicos o que lo estructurara alrededor de cómo está estructurado el gobierno, pues era muy alta y lo que nosotros queríamos era asegurar que esa herramienta era de utilidad para los participantes del mercado financiero. Entonces, en ese sentido, nuestro principal rol fue esa traducción, asegurar que terminara siendo una herramienta lo suficientemente sencilla y útil para para las entidades que nosotros supervisamos, controlamos.
Juan Pablo: Excelente. En esta iniciativa, por lo que he podido ver, entonces, requirió la cooperación de entidades claves dentro del gobierno. Pero además se ha hecho un énfasis muy importante en todo el tema de difusión y concertación con el sector privado, ¿verdad? Quisiera que nos contaras un poco eso, porque siempre es algo que queda en el aire, y como tú dices, no es solamente un tema técnico, sino ser capaces de manejar a nuestras partes interesadas, específicamente en el sector privado. ¿Cómo manejaron eso ustedes en la Superintendencia?
Mariana: Desde el principio, Juan Pablo, la idea era tener un instrumento que fuera de construcción colectiva o que fuera a construir de manera colectiva, entonces, dentro del plan de trabajo para la ejecución de la construcción se definieron doce pasos. Fueron doce pasos que fueron concertados con las agencias que les mencioné, que son parte de la mesa de taxonomía y los pasos más importantes y más relevantes en términos de esa consulta y construcción conjunta tenían que ver con:
Primero, una definición de unos asesores líderes sectoriales. Entonces para cada sector se identificaron unos asesores líderes que tuvieron expertise técnico frente a cada sector, energía, construcción sostenible, movilidad, residuos, gestión de residuos, agua, etc. Y encontramos gente que ha tenido experiencia tanto en el sector público o en el sector privado, pero frente a los asuntos o temas técnicos de esos sectores, ellos no eran parte de la Superintendencia, eran actores voluntarios, o sea que participaron de manera voluntaria y por el compromiso y conocimiento que tenían y las ganas de contribuir que tenían.
Lo segundo es que una vez que identificamos esos asesores líderes sectoriales, con ellos, en conjunto, identificamos el grupo de expertos técnicos y esas eran las personas que deberíamos consultar de nuevo desde una perspectiva técnica. Esos expertos técnicos se pueden definir en tres técnicos independientes, digamos expertos técnicos independientes que podrían o no, por ejemplo, estar asociados a la academia, pero que no estaban respondiendo o hablando por ningún interés, digamos, de ninguna organización, simplemente desde su expertise técnico. Estaban también los representantes de los ministerios para que llevaran esas prioridades de política pública a la discusión. Estaban también los gremios financieros, los gremios del sector real, que ahí sí tenían un poco más la camiseta puesta de sus agremiados y que llevaban la perspectiva, digamos, de la de la realidad, digamos, de cada sector. Y, por último, tuvimos expertos también de las de las multilaterales [15:14] porque ustedes bien saben, pues ellos juegan un papel importante en el desarrollo de los mercados financieros verdes. Entonces ellos participaron en esas mesas técnicas donde lo que hacíamos, sector por sector, era mostrar las actividades, cuáles era la definición de esa actividad y cuáles eran esos umbrales que estábamos predefiniendo. Esa predefinición de esos umbrales respondía a política pública nacional, a las taxonomías base, que eso fueron principalmente la de la Unión Europea, la de [CBI15:42], Climate [Bonds Initiative15:43] y la de la IFC. Y revisamos la relevancia de esas actividades con ellos en esas mesas técnicas sobre estas actividades predefinidas.
Juan Pablo: Perfecto. Ahora quisiera cambiar un poco de tema y preguntarte sobre el desarrollo del mercado de finanzas verdes en Colombia, porque lo mencionaste al principio como un punto, digamos, inicial que casi que despertó en la Superintendencia la necesidad de empezar a pensar en los ambientales. ¿Cuáles han sido los desarrollos del mercado recientemente en Colombia?
Mariana: Bueno, como les mencioné, en Colombia, y esto si lo asocio 100% al Protocolo Verde, en Colombia, de alguna manera el sector privado tomó el liderazgo de iniciativa de servicio en las temáticas. Ellos tenían un compromiso público con el protocolo o en el marco del protocolo y decidieron de hecho, la banca en Colombia como emisor decidió lanzar las primeras emisiones de bonos verdes. En esas primeras emisiones de bonos verdes es bien particular porque todavía nosotros como Superintendencia no conocíamos bien mucho de este mercado, y en esos prospectos iniciales que nos presentaron en ese 2016 y 2017, que fueron las dos primeras emisiones de los dos primeros bancos en Colombia de bonos verdes, de alguna manera hacían referencia a los principios del ICMA, del International Capital Markets Association, que de alguna manera se han puesto como una brújula para la estructuración de los bonos, pero también para el diseño de la política pública al final.
Entonces, esas primeras emisiones hacían referencia, no necesariamente los mencionaba, no eran prospectos muy detallados, pero de todas formas si cumplieron con los estándares muy importantes, porque fueron emisiones que se negociaron, pues en el segundo mercado, en el mercado de alguna manera privada, entonces las condiciones de ese se pactaron con la información que nos promovieron a nosotros con altos estándares, pero en la Superintendencia había esa preocupación de qué hacer de ahí en adelante, cómo hacíamos para mantener un estándar y cada vez más insistir en la alineación con los principios del ICMA que desde la Superintendencia considerábamos que los participantes del mercado, pues estaban demandando. Entonces, en ese sentido, lo que nos llevó a la Superintendencia de nosotros fue en pensar en sacar una guía de buenas prácticas y una norma en la que se establecieran esos mínimos. Entonces, en el 2019 decidimos lanzar la primera, La Guía de Bonos Verdes, es una guía que de alguna manera es voluntaria, pero que lo que queremos es que los nuevos emisores entiendan cuáles son las expectativas de un inversionista frente a estos instrumentos. ¿Por qué para nosotros era importante eso? Porque el principal beneficio de los emisores frente a los bonos verdes era la diversificación de la base de inversionistas. Muchas veces piensan que es un tema reputacional, pero es la diversificación de esa base, esos inversionistas que lo que consideran ellos el mayor beneficio. Entonces, en ese sentido, quisimos darles a ellos la información para que pudieran, de alguna manera, aprovechar ese beneficio de estas emisiones.
Además de la guía, decidimos sacar una circular, una norma, de alguna manera, que está estructurada alrededor de los cuatro principios del ICMA y donde de hecho empezamos a hacer la primera referencia a la taxonomía. Es decir, cuando usted está estructurando su bono y empieza a identificar los usos que le va a dar a los recursos, por favor, referencia a una taxonomía internacional reconocida y en el caso de que sea la colombiana, por favor ser claro en el prospecto sobre la alineación a la misma. Entonces ahí empezamos también a introducir ese proyecto que ya sabíamos que venía en camino, que era el de la taxonomía, de alguna manera, para dar transparencia en el mercado y para mantener la integridad de mercado y que siguiéramos atrayendo esos inversionistas que estaban viniendo en búsqueda de esos instrumentos. Desde el 2016 hemos tenido muchísimas más emisiones, ya no solamente verdes, sino sostenibles y también sociales. Dentro de las sociales hemos visto algunas de género muy, muy exitosas que han sido sobre demandadas hasta tres veces. Y la idea es seguir manteniendo ese apetito de manera local.
En los últimos meses, también, Juan Pablo, hemos encontrado un nuevo instrumento innovador que también va a facilitar la transición de nuestras economías, y son esos bonos de desempeño sostenible o estos créditos de desempeño sostenible ,que a diferencia de los bonos verdes, no buscan un uso específico de los recursos, sino que condicionan las condiciones financieras estructurales del bono o en el caso del crédito, del crédito, a unas metas específicas, a unas metas asociadas al desempeño de la organización o el emisor como tal, no tanto a proyectos específicos, y vemos hoy una oportunidad inmensa también de seguir profundizando el mercado de capitales y seguir movilizando recursos para hacer que el sector real se transforme y contribuya de manera sustancial a estos objetivos que tenemos los países.
Juan Pablo: Buenísimo, me parece excelente. Siguiendo un poco con esta lógica del mercado de capitales, se ha identificado que el tema de revelación en los mercados es fundamental para poder guiar a los inversionistas, para hacer que la transición hacia economías menos carbonizadas sea más fácil. ¿Qué se ha pensado en términos de revelación? ¿Qué piensa la Superintendencia o que ha pensado la Superintendencia sobre estos temas?
Mariana: Pues Juan Pablo, los temas de revelación terminan siendo centrales en la discusión de gestión de riesgos climáticos, sin la información difícilmente se va a poder identificar y medir el impacto del cambio climático en las entidades, en la estabilidad del sistema. Entonces consideramos que mejorar la divulgación era una de las iniciativas centrales a todo el ejercicio, el esfuerzo y toda la estrategia que estaba haciendo la Superintendencia. Pero también reconocemos que nuestros mercados de capitales son sobre demandadas pequeños y que también estamos enfrentándonos a importantes retos para profundizarlos y crecerlos y fortalecerlos, entonces uno como supervisor y como regulador se enfrenta a un reto diversificar o de balancear de hecho muchas dimensiones. Balancear el no tener la información frente a tenerla, frente a alinearse a los estándares internacionales, son tres dimensiones que tienes que estar balanceando para asegurar que tengamos un crecimiento de mercado capital, un crecimiento responsable bajo los más altos estándares o mejores estándares y respondiendo a las expectativas de sus participantes. Entonces, en ese sentido, si consideramos esa iniciativa central.
¿Qué hicimos desde la Superintendencia y cómo lo manejamos? De nuevo, al igual que los otros temas, de manera progresiva, no entramos de una con regulación. Lo primero que hicimos fue un diagnóstico. Aquí también nos ayudó el grupo Banco Mundial para entender el estado de la divulgación en el mercado colombiano, qué tanto estaban divulgando los emisores. Es un ejercicio en el cual nos enfocamos en 33 indicadores que en realidad se convierten en 55 porque tenían sus indicadores. Son indicadores que están de alguna manera distribuidos en cuatro dimensiones, obviamente la G, gobernanza, ahí es donde encontramos más poquitos indicadores, porque Colombia tiene una encuesta, digamos, de [23:18] corporativo que se llama Código País. La segunda dimensión era la social, donde vimos la mayor cantidad de divulgación, porque muchos de los temas sociales tienen que ver con prácticas laborales, que cualquier emisor en su informe de gestión y desde un área de recursos humanos ya está gestionando. La tercera dimensión tenía que ver con los temas ambientales y ahí es donde vimos la más baja tasa de divulgación. Y por último hicimos algunas preguntas alineadas con el [TCNT23:43] que sabemos que es este marco, que está siendo la base para la definición de un estándar internacional frente a la evaluación de riesgos climáticos, entonces también revisamos que [TCNT23:54].
¿Qué encontramos? Que había mucha información, de hecho, en Colombia, con lo que es el quinto país con más informes de sostenibilidad bajo el [global y por ?] Initiative bajo ese marco en específico, pero veíamos que los ejercicios de materialidad primero no eran los de mayor calidad, es decir, la información que estaban reportando no era la más relevante para los inversionistas. Segundo, encontramos que la información no era comparable. Encontramos que muchas veces un mismo emisor presentaba de manera diferente bajo unidades de medición diferentes, un mismo indicador, consumo de energía, cambiaba la forma de la economía de un año a otro y entonces era muy difícil comparar el desempeño de un emisor entre año y año. Pero también era muy difícil comparar emisores de la misma industria porque cada uno lo hacía de manera diferente. La comparabilidad también era muy baja. Y, por último, la asequibilidad de la información, es decir, en algunas veces estaban en reportes extremadamente largos, cargados con temas más de mercadeo y no siempre la información estaba en un lugar, lo cual también se vuelve extremadamente costoso para un inversionista.
Entonces, en ese sentido, decidimos, en base a ese diagnóstico, empezar a tener una solución o un diseño normativo que redujera, digamos, esos errores que estábamos encontrando. Y ahí, primero lo primero que hicimos una vez tuvimos el diagnóstico fue sacar un documento que resumía el diagnóstico, pero que también presentaba unas primeras reflexiones que después fueron llevadas a unas mesas de discusión. Discutimos tanto con emisores de informes como con usuarios de información y en base a las conclusiones, encontradas en ese ejercicio, pues la Superintendencia decidió o está en este momento diseñando una solución normativa o una regulación para mejorar la calidad y comparabilidad de esta información, que se vuelve cada vez más necesaria para los inversionistas para tomar decisiones.
Juan Pablo: Perfecto, o sea, basados en las mejores prácticas, consultando el estado de los mercados locales, está pronto a producirse temas... de hecho han permitido una relación mucho más eficiente y mucho más transparente para el mercado, es excelente noticia. Bueno, Mariana, ahora quisiera un poco pasar a los avances que se han logrado con el liderazgo de la Superintendencia para la medición de los riesgos de cambio climático sobre la economía y sobre el sistema financiero. Entiendo que se hizo un estudio muy interesante, con apoyo del Banco Mundial, sobre vulnerabilidades y también entiendo que, en el contexto del último EPSA, la Superintendencia con el Fondo Monetario realizó una prueba o un ejercicio de tensión o estrés para el sistema financiero. Quisiera, entonces dedicar los siguientes minutos a que nos cuentes sobre esa experiencia porque creo que cada vez entendemos mejor el tema del cambio climático, los riesgos en una dimensión, pero poderlo realmente mapear y traducir a temas de riesgo financiero es un reto para la mayoría de los supervisores o para todos los supervisores, diría yo. Entonces quisiera primero preguntarte o pedirte que nos hablaras sobre el ejercicio de vulnerabilidades que realizaron con el apoyo del Banco Mundial, en qué consistió muy brevemente, tampoco queremos indigestar a nuestra audiencia con temas demasiado técnicos. Muy brevemente, en qué consistió y sobre todo los resultados más importantes que se obtuvieron en ese trabajo, para que luego conversemos también sobre lo que fue el ejercicio de estrés con el Fondo Monetario Internacional. Entonces cuéntanos un poco primero sobre el ejercicio de vulnerabilidades que hicieron que el Banco Mundial, Mariana.
Mariana: Claro que sí, Juan Pablo. Bueno, como les mencioné al principio, la Super toma la decisión de ingresar en [GFS 28:13], a la red de supervisores y bancos centrales para el [embrutecimiento28:16] del sistema financiero y ahí, de alguna manera, reconocemos la importancia de empezar a explorar. Nosotros nos convencimos un poco del mensaje de que no hay que esperar a tener toda la información, no hay que esperar a tener todos los conocimientos, hay que empezar a explorar, es la única forma que se aprende y en este caso, aprender haciendo era lo más eficiente. Entonces decidimos aceptar, de hecho, solicitar un apoyo al Banco Mundial para hacer ese primer ejercicio. Un ejercicio extremado, pues era un ejercicio sencillo comparado con lo complejo que puede ser un análisis de estos, pero un análisis sencillo para empezar a entender cuáles podrían ser las aproximaciones para un mercado emergente, un mercado como el colombiano. Entonces, ese ejercicio, en un análisis de vulnerabilidad, decidimos identificar y medir los dos factores de riesgo, los físicos y de transición. Para riesgos físicos decidimos irnos con el impacto, digamos, directo, del cambio climático más relevante para Colombia, nos fuimos a datos históricos de eventos catastróficos y encontramos y buscamos cuáles eran esos eventos catastróficos que más habían causado daños en términos de pérdidas, tanto monetarias o económicas, como de vidas. Y encontramos que son los terremotos y las inundaciones. Los terremotos no son climáticos, entonces decidimos empezar a explorar con las inundaciones, que si tienen una relación directa con el cambio climático. Para riesgos de transición, para mí es más complejo, para un mercado emergente es más complejo, pero digamos que el escenario o el impacto era el más sencillo desde carbonización de la economía, usando como proxy de carbonización de alguna manera, las políticas climáticas que pueden tener los países. En el caso colombiano, que es el caso de muchos casos latinoamericanos, pues ya se había introducido un primer impuesto al carbono. Entonces, de alguna manera utilizamos. esa experiencia que teníamos o ya esa primera señal de política climática que existía en Colombia para establecer que esa podría ser una de las formas de descarbonización de nuestra economía. Sabiendo y entendiendo que no es la única, que es muy importante mencionarlo, pero es sobre la única que existe este tipo de análisis.
Entonces lo primero, lo primero, fue escoger cuál era el impacto como tal, después los escenarios. En el caso de riesgos físicos que nos fuimos con escenarios establecidos por la ciencia frente al aumento de lluvias asociado al cambio climático, a esos escenarios, pues, se les atribuye o asocia un factor, digamos de intensidad, como le digo yo, de manera un poco más aterrizada, es como identificar esos escenarios como aumentan teniendo en cuenta el aumento del cambio climático, como aumenta el impacto de esas inundaciones. Esa información [usa UTAN31:01] utilizando datos nacionales que era muy, muy importante. De alguna manera la bajamos a nivel municipal y calculamos con esos datos esos escenarios y utilizando datos históricos de La Niña 2011-2012 que fue un aumento evento catastrófico en Colombia muy importante asociado a inundaciones, calculamos la elasticidad de las provisiones y calculamos cómo pueden estos aumentos en la temperatura, que se traducen en un aumento en las inundaciones, cómo pueden afectar las diferentes zonas del país.
Entonces acá toda esta historia para decirles que el cambio o el enfoque de riesgos físicos fue un enfoque territorial o geográfico y es mirar la concentración de los bancos en ciertas zonas geográficas donde históricamente había daños, donde la ciencia nos dice que a futuro, la probabilidad que esa zona les pase es muy alta y usando los datos de los escenarios, pues hoy estimamos ese factor de intensidad de los daños y sobre eso ya lo aplicamos a un análisis o una prueba que es muy sencilla y calculamos el impacto en la solvencia de los bancos.
En el caso de riesgo de transición tuvimos muchísima suerte porque en Colombia existía un modelo equilibrio general para el cambio climático, donde incluía ya los diferentes escenarios para poder dar cumplimiento a los compromisos del Acuerdo de París. Entonces se establecía o calculaba el impuesto que se requería para poder alcanzar la meta para el 2030, que era de alguna manera el horizonte de tiempo. Y asumíamos, y ahí construimos cuatro escenarios. Un escenario en el que utilizábamos metas viejas, que era una reducción de los gases de efecto invernadero al 20%, a esa meta vieja le asignamos una implementación inmediata de impuesto al carbono, implementación tardía y después lo actualizamos con el nuevo compromiso, los nuevos intereses de Colombia que se actualizaron el año pasado, que la meta pasó de 20 a 51% de reducción de emisiones, y a eso también le aplicamos introducción de políticas o impuestos al carbono inmediato o tardío. Esos escenarios o esos resultados, digamos, del modelo de equilibrio general, se los incluimos en el modelo que tiene el Banco Central de Colombia, top down, de estrés test. Y también medimos el impacto, la solvencia de los bancos.
Más allá de hablarles de datos o resultados específicos, yo diría sobre el impacto solvencia que encontramos diferencias entre rasgos físicos y rasgos de transición. Yo creería que el principal resultado o el principal logro de este ejercicio es entender, entender qué información nos falta, qué información tenemos que empezar a construir, con quiénes tenemos que colaborar. Uno como autoridad de supervisión no está acostumbrado a tener que trabajar con los ministerios de Ambiente, con los institutos técnicos, científicos de esos países. Entonces yo creo que el principal aprendizaje claramente, pues es entender, entender cómo seguimos avanzando.
¿Qué pasaría o qué va a pasar con nosotros o cómo vamos a usar estos resultados? Lo vamos a usar como una herramienta de diálogo con las entidades vigiladas que todavía hoy y por eso le decimos análisis de vulnerabilidad, la idea no es tomar decisiones frente a requerimientos prudenciales de capital, ni mucho menos. Es más, empezar una conversación con las entidades vigiladas que puede o no eventualmente reflejarse o verse resumida en una guía de buenas prácticas de integración de estos riesgos a nivel de nuevo muy, muy voluntario y como primeras señales de política.
Juan Pablo: Como tú dices, creo que el resultado más importante tiene que ver con el de, como diríamos, construir capacidades internamente, entender. Y creo que eso es extremadamente valioso y como dices, es extremadamente valioso también para empezar un diálogo constructivo con las industrias supervisadas, con miras a la introducción de buenas prácticas o de regulación adicional en el futuro. Pero además de eso, ha sido interesante que hicieron con el Banco Mundial, también hemos conversado de lo que se hizo con el Fondo Monetario en el contexto del último [EPSA35:19]. ¿Qué nos puedes comentar sobre eso? Nuevamente, un poco como muy alto nivel, como las características del ejercicio y las conclusiones más importantes.
Mariana: Bueno, este ejercicio del [EPSA35:42], lo cual para nosotros en realidad fueron buenas noticias porque ya veníamos trabajando con el Banco Mundial en el análisis de vulnerabilidad, entonces lo veíamos como un ejercicio complementario que de alguna manera iba a impulsar el esfuerzo a través de mayor conocimiento y de intercambio de experiencias, porque eso al final es muy, muy importante. El ejercicio de ellos estuvo enfocado en riesgos de transición, no estuvo enfocado riesgos físicos, de nuevo. También tomaron la decisión de mirar el impacto del impuesto al carbono en la estabilidad financiera de las entidades vigiladas. Ellos no usaron el modelo de equilibrio general para el cambio climático del que tiene en este momento el gobierno, el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, sino que decidieron utilizar referentes ya establecidos y calculados en la literatura. Entonces ellos miraron una introducción repentina, pero no cambiaron los horizontes de tiempo, no era necesariamente una implementación tardía, sino repentina del impuesto al carbono, donde empezaron con un impuesto de 70 dólares y después repitieron los ejercicios para 20, 15 y 10 dólares. Y sobre eso miraron el impacto que ese impuesto iba a tener en las firmas. Y eso también es otra diferencia muy importante con el ejercicio que hicimos con el Banco Mundial y ellos utilizaron data que había publica en bases de datos que se pueden acceder comprando, es sobre las firmas en Colombia, que según entiendo son datos para Colombia muy, muy completos, contamos con esa suerte, y ellos miraron el impacto de este impuesto en las firmas de los diferentes sectores de la economía. Entonces incluyeron este impuesto como un pasivo en los balances de las compañías, de las empresas en Colombia y de ahí calcularon que tanto se estresaban financieramente estas empresas una vez uno le introducía ese pasivo o ese impuesto al carbono.
Una vez hicieron ese cálculo, ellos decidieron, con algunos supuestos, mirar qué tan concentrada estaba la exposición de los bancos en Colombia en esos sectores donde las firmas resultaron más afectadas por el pasivo establecido a través del impuesto. Y sobre eso calculaban de alguna manera en la cartera en riesgo, qué porcentaje de la cartera, de acuerdo a su exposición en ese sector, estaba en riesgo. Y de nuevo aquí el gran mensaje o el gran resultado era también entender otra forma de hacer este tipo de ejercicios, como les dije, la principal diferencia es que ellos usaron datos de firmas, nosotros no, nosotros fuimos más mucho por un análisis macro, pacto macroeconómico que se traduce en pactos en el sistema financiero, entonces fue un ejercicio mucho más a firmas y el aprendizaje ahí sobre otra forma de medir el impacto de los riesgos de transacción en la economía, pues fue muy interesante. ¿Qué va a pasar con los resultados? Tanto el Fondo Monetario como en la Superintendencia accedió a que se presentara este publicara esto en los próximos meses como un paper y de alguna manera parte de las recomendaciones o parte de lo que ellos concluyen, como resultado que establecen, es la importancia de coordinación entre otras autoridades, y que se entiendan, o que el mismo sistema financiero también entienda y promueva que lo que necesitamos para no caer en un riesgo, digamos, o que un impuesto al carbono no sea un riesgo para la estabilidad financiera, está asociado con la gradualidad de la introducción de este tipo de intervenciones, o sea, hacerlo de manera organizada donde todos los actores podamos coordinarnos. Entonces de nuevo ahí, el mensaje para el sistema financiero por lo menos es empezar a entender y empezar a hablar con entidades que tradicionalmente no se hablaban o no se coordinaba para poder hacer una transición a una economía mucho más sostenible.
Juan Pablo: Pues muy interesantes ambos ejercicios, vamos a estar muy pendientes de los resultados, creo que es un avance supremamente importante entender cómo se traducen los distintos determinantes del riesgo del cambio climático sobre la economía y sobre el sistema financiero en general.
Pues Mariana, me resta solamente agradecerte por tu tiempo, por haber compartido con nosotros todo este trabajo que has venido liderando tú en la Superintendencia. Vamos a estar muy pendientes de la publicación de esos reportes y esos informes, porque creo que ahí puede haber material muy importante para otros supervisores de cómo poder ir avanzando en todos estos temas y particularmente en la medición de los de los riesgos.
Mariana, muchísimas gracias por haber estado con nosotros y hasta una próxima oportunidad.
Mariana: Gracias, Juan Pablo y al Toronto por esta invitación.